BRIWAT Dulce marroquí
Publicado en 10 Enero 2012
Mi amiga Ghizlan es de origen marroquí. Cuando me ofreció para que probase estos dulces típicos de su país, quedé absolutamente prendada de su delicioso sabor, su textura crujiente y su dulce sabor totalmente equilibrado.
Para culminar las alabanzas; son fáciles de elaborar, se conservan crujientes durante una semana y no quedan aceitosos porque se hacen en el horno.
Al principio me resistí a elaborarlos porque no sabia donde conseguir la masa brick. Ghizlan la compraba en tiendas de productos marroquíes. Pero me armé de valor y le pedí me consiguiera esta masa, pues no me resignaba a no probar a elaborar este delicioso dulce.
¡La primera vez ya me salieron perfectos!
Se me ocurrió buscar en El Corte Ingles y allí tenían la masa, lo que me hizo dar saltos de alegría.
Aquí os muestro el envase, de esta forma os será más fácil de localizar la masa brick.
Creo que no debéis resistiros a hacer la prueba.
INGREDIENTES:
200 gr. almendras crudas sin sal
1oo gr. azúcar
50 gr. mantequilla ablandada
media cucharadita de las de café con canela
miel para pintar los triángulos
ELABORACIÓN:
Se fríen las almendras en abundante aceite, se retiran cuando estén doradas y se ponen sobre un papel absorbente.
Cuando se enfríen se trituran en la picadora, ¡atención! trituradas, no molidas. Deben quedar con la textura del crocanti.
Se reblandece la mantequilla en el microondas y se mezcla con el azúcar y a continuación con las almendras y canela.
Se remueve todo hasta formar una pasta compacta. Con ayuda de dos cucharas se forman porciones del mismo tamaño.
La masa es muy fina y delicada por lo que no debe estar mucho tiempo fuera del envase para que no se seque. Si esto ocurre, se pone unos minutos entre dos paños húmedos.
Estas finas placas se dividen en cuatro tiras.
En cada una de ellas colocamos una porción de almendra y la empaquetamos en forma de triángulo.
Los colocamos en una bandeja de horno y en pocos minutos observaremos que se doran, en este momento los retiramos, colocamos sobre papel absorbente y pintamos con la miel.
Así quedan de apetitosos los triangulitos.
No me voy a resistir a publicar estas deliciosas instantáneas captadas por mi hijo Santi e Isa, su mujer, durante su extraordinaria estancia en Marrakech.
Desayuno en Marrakech.
El paraiso de las especias.
No conozco a nadie que no haya regresado fascinado por este EXTRAORDINARIO PAIS.




