El pasado jueves día 29, salí de casa con intención de dar un paseo por el Jardín Botánico.
Hacía meses o quizá un año que no lo visitaba.
Mi primera sorpresa surgió a la entrada, cuando tuve que pagar 1´50€ por el ticket,(en la página Web consta 1´00€ para jubilados y pensionistas, mi caso).
Es el único jardín de Valencia donde la entrada no es gratuita.
Hasta cierto punto me parece lógico aportar una cantidad simbólica para dedicarla al estudio y conservación de diferentes especies protegidas, exóticas, autóctonas, o comunes, y al mismo tiempo seleccionar un poco a los visitantes, ya que no es apropiado para juegos infantiles y paseo de mascotas.
Una vez dentro, pude observar la invasión de cañas de bambú, especie muy invasiva pero controlable, y la cantidad de hojas secas amontonadas en su base.
Mas adelante encontré la zona destinada a plantas aromáticas, desprovista de las mismas.
Totalmente diáfano se encontraba el espacio dedicado en teoría, a las especies en flor.
En plena primavera ¡Un jardín sin flores!
Las únicas que mostraban sus flores: las chumberas.
En uno de los caminos, observé una palmera caída, que obstruía el paso.
Al llegar a la zona de invernaderos , me invadió la máxima desilusión.
Uno estaba vacío, otro cerrado, el dedicado al cultivo de orquídeas, cuyo periodo de floración es de abril a octubre, (estamos en mayo)contenía únicamente hojas raquíticas o plantas muertas. Ni una flor.
Las variedades de insectívoras, tremendamente curiosas y de gran atractivo, no existían.
El invernadero dedicado a cáctus exóticos, en esta época en plena floración y colorido: eliminado.
A medida que me aproximaba al umbráculo, observé gran movimiento de trabajadores instalando focos y otros artilugios. Cuando me interesé por el motivo, me respondieron que se celebraba una cena privada.
-¿Tan mal está la Universidad de Valencia, que se ve obligada a alquilar las instalaciones del Botánico para eventos privados?
-¿No hay en Valencia suficientes hoteles, alquerías, masías o chiringuitos para este tipo de celebraciones?
-¿Cómo se puede consentir que con motivo de un evento y ante la ausencia de flores en el jardín se coloquen maceteros con flores? Alquilados o comprados....¡Me da igual!
Las variedades de trepadoras y enredaderas que deberían cubrir las celosías y el muro que circunda el Jardín por su cara interior, brillan por su ausencia.
Me da mucha pena tener que hacer este tipo de comentarios, pero ¡estoy tan indignada...!
Continuamos con el problema de los gatos, este ya es antiguo y al parecer difícil de solucionar.
Los gatos campan a sus anchas, se nos cruzan a nuestro paso, los vemos escarbando en la tierra, en fin....como una plaga.
Por último llegamos al apartado "esculturas".
No quiero opinar porque no tengo conocimientos suficientes para hacerlo. Simplemente aporto unas fotografías para que cada uno haga el comentario que crea oportuno.
Algunas etiquetas identificativas son tan pequeñas y se encuentran tan alejadas del límite de paso delimitado que apenas se pueden leer.
Espero que en la próxima visita el Jardín Botánico me depare alguna sorpresa agradable.