Publicado en 29 Septiembre 2012
Cuando he salido hoy a dar mi paseo matutino, me he encontrado con las imágenes que muestro a continuación.
Estas fotografías están tomadas en una pequeña plaza rodeada de varios edificios, a unos pocos pasos de mi vivienda, en el centro urbano de Valencia.
Solo hay que ver las escenas de caos que nos muestran los medios informativos para comprobar la magnitud del desastre en las zonas circundantes de la ciudad.
Parece mentira que la ciencia no haya progresado lo suficiente como para combatir (si no vencer) a los elementos.
Este es el aspecto que presentaba la calle donde se encuentra la guardería de mis nietas.
Los incendios avanzan costando grandes esfuerzos su control y a veces vidas humanas.
Los terremotos y maremotos asolan ciudades modernas, que a pesar de estar científicamente bien dotadas, sus estudiosos no son capaces de prevenir estas catástrofes.
Los huracanes, con sus rimbombantes nombres hacen estragos a pesar de que se espera su llegada.
En este caso han mostrado su ira dos de los cuatro elementos "el viento y el agua".
En otra época se hubiera atribuido este desastre a la furia del Dios Neptuno para los romanos o Poseidón según la Mitología griega, quien con solo golpear su tridente provocaba mareas, terremotos,tornados....
Ahora llamamos al origen de todos estos fenómenos cambio climático, deterioro de la capa de ozono, consecuencia de la contaminación...
Lo cierto es que cada vez son más frecuentes estos fenómenos en que la Naturaleza se muestra con todo su poder, sabedora de que nos domina con su fuerza.